Al camarada Lucho Yankilevich, que conoció
La Perla, y aún sostiene dignamente sus certezas.
De nuestra consideración:
Difícilmente pueda usted imaginar
con qué respeto le enviamos estas líneas
esta memoria de sombras
nuestra sagrada sombra.
Qué profundo respeto a esta enorme estatura de huesos
nuestros huesos
al fin y al cabo suma plural
innominada
de tantas otras sombras.
Pedimos para usted, general,
bandera blanca
los miles de pañuelos de todas nuestras madres
banderas sin perdón sin olvido y sin tregua.
Nosotros, justamente, pedimos por su vida,
Nosotros, para quienes decretó usted la muerte
que imaginó artera, vergonzosa y oscura
y sin embargo hoy
nuestra muerte es victoria.
Eso es lo que lo aterra. Hoy ya no somos sombra
y nuestros huesos se alzan formando batallones
que marchan a luchar por la paz, por la vida.
Nosotros contribuímos a derrotar el miedo
a unir toda la sangre de nuestra patria herida
herida por ustedes, soldados sin batallas,
héroes de miserables misiones punitivas.
Pedimos para usted, general, memoria y cárcel,
porque es preciso salvarlo del olvido
porque es preciso mostrar su fe de crimen
su falso patriotismo sin patria y sin bandera
su mediocre destino cuartelero
su ignorante soberbia, su fascismo.
Firmamos:
Tita Hidalgo, Brizuela, Di Toffino,
Néstor Lellín, David, Eva y Marina Coldman
De la Pena, Berón, Sergio Bustillo,
y muchos otros nombres
o sombras de otras sombras...
Posdata:
repetimos
sin tregua y sin olvido.
Héctor Solasso (1980)
Néstor Lellín, David, Eva y Marina Coldman
De la Pena, Berón, Sergio Bustillo,
y muchos otros nombres
o sombras de otras sombras...
Posdata:
repetimos
sin tregua y sin olvido.
Héctor Solasso (1980)
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